sábado, 11 de junio de 2011

Hasta pronto

    

Se detiene el Mundo en un segundo cuando me dicen qué te fuiste, qué nunca más volverás, qué ahora estás en un sitio mejor. Pero me es irrefrenable pensar en tu juventud, en tu ida, en tu marcha, pero no en tu huida. 

     Pensar en los que te quisieron, te queríamos te queremos y te querremos. Pensar en la alegría de todo lo que le ofreciste a este mundo y el bien que hiciste a tantísimas personas. Pensar en las seguro que innumerables sonrisas que plasmabas en la cara dela gente. En el amor. Pensar en ese amor que inundaba tu corazón, tu alma, tus heridas. ese amor con el cual saciaste a tanta gente, pero el cual cual nunca te sacia a ti: tú, tú nunca te cansaste  de amar. Tú, que amigo mío, siempre fuiste amor.

   Pero me es incontenible pensar y sufrir. Sentir un un sufrimiento egoísta al no querer tu marcha, al desear tenerte entre nosotros por muchos años más y saber que no va a poder ser así. Y siento rabia tras tu marcha, felicidad por tu nueva llegada y alegría  al saber que ahora estás en un sitio mejor y que tarde o temprano, nos reencontraremos, qué ésto no es un Adiós, es simplemente un hasta luego.

   Siempre tuya, siempre nuestro.





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